
La respuesta a esta pregunta no es tan fácil de responder, pero lo ciertos es que es así. Intentaremos dar una respuesta lo más objetiva posible pero antes abordaremos ciertos aspectos que ponen en evidencia esta esta característica. Nos gusten o no, ellas siempre están aquí, allí y en todas partes, rodeándonos como si fuera inevitable, y es que ciertamente lo es. No podemos vivir sin ellas.
Las plantas son hasta una grata compañía.


¿Es de locos hablar con las plantas?
Para nada, la locura pasa por otro lado. Hablar o cantarle a las plantas resulta liberador y saludable tanto para ellas como para nosotros.¿Las plantas pueden escucharnos?
Si bien las plantas no tienen oídos, ellas perciben las vibraciones energéticas de su entorno. Y cuando nosotros hablamos estamos emitiendo una vibración energética, la misma tiene una carga e intensidad que varía de acuerdo a la emoción que nos provoca lo que decimos. Esto es recibido por las plantas y reaccionan en consecuencia demostrándolo en su crecimiento.¿Las plantas se ponen tristes?
No igual que los seres humanos pero está comprobado que las plantas se estresan o pueden no sentirse cómodas en el lugar donde están o se las mueve de un lugar a otro. Lo cual puede afectar su salud y crecimiento e incluso pueden morir si no están a gusto. Si observas, estos aspectos son los mismos que provocan la tristeza en las personas. Lo que muestra que las plantas nos dan felicidad lo podemos ver cuando en situaciones donde buscamos un descanso, un desahogo, despejar nuestras mentes o simplemente sentirnos mejor, lo que más buscamos es salir a buscar un espacio verde.